domingo, 10 de noviembre de 2024

Para la comprensión lectora, mejor el texto en papel


                                           Fuente: istockphoto.com

La mayor posibilidad de leer textos online no ha redundado a favor de una mayor comprensión lectora, según refieren tres profesores de la Universidad de Valencia (UV) en un estudio recientemente publicado: “Do New Forms of Reading Pay Off?” (“¿Resultan rentables las nuevas formas de lectura?”).

“Si un estudiante dedica 10 horas a leer libros en papel, su comprensión probablemente será entre 6 y 8 veces mayor que si lee en dispositivos digitales durante el mismo tiempo”

Los expertos han realizado un metaanálisis de 25 estudios sobre la lectura en red y la comprensión lectora, publicados en el período 2000-2022, en los que se sondeó a unos 450.000 estudiantes de primaria y secundaria. Citada por la web de la UV, la autora principal de la investigación, Lidia Altamura, no le ve a lo digital un impacto favorable: “La principal conclusión es que los hábitos de lectura de ocio en pantalla tienen una mínima relación con la comprensión lectora, lo que contrasta con la sólida relación positiva entre los hábitos de lectura en papel y la comprensión”.

Cristina Vargas y Ladislao Salmerón –coautores del estudio– validan con números el tanto favorable a la comprensión que conlleva leer sobre el papel. De lo que han investigado, constatan que la relación entre la frecuencia de lectura de textos impresos y la mencionada destreza es bastante mayor que la que se evidencia a partir de la lectura en digital (0,40 vs. 0,05).

“Esto significa –dicen– que si un estudiante dedica 10 horas a leer libros en papel, su comprensión probablemente será entre 6 y 8 veces mayor que si lee en dispositivos digitales durante el mismo tiempo”.

Una de las investigaciones citadas en el metaestudio (Suzanne Mol y Adriana Bus, 2011) avala la contribución de ese soporte a la consolidación de la comprensión lectora: si dicho impulso es de moderado a fuerte entre el primer año de primaria y el segundo de bachillerato, entre los lectores de la universidad se refuerza aún más.

“El tiempo que los niños dedican a mirar el texto durante la lectura compartida de un libro de cuentos [ilustrado] aumenta desde la guardería hasta el cuarto grado”

Las profesoras trazan un círculo virtuoso: los niños que son más competentes en comprensión y habilidades técnicas de lectura y ortografía leen más. Esta mayor interacción con la letra impresa repercute, a su vez, en que la comprensión, la habilidad de la lectura y la ortografía mejoren con cada año de educación. “Por ejemplo, en preescolar, la exposición a textos impresos explicó el 12% de la variación en las habilidades del lenguaje oral; en la escuela primaria, el 13%; en la escuela intermedia, el 19%; en la secundaria, el 30%, y en la universidad, el 34%”.

Mol y Bus subrayan además lo oportuno de sentarse a leerles libros ilustrados a los niños pequeños, pues la presencia de texto junto a las imágenes los incentiva a intentar descifrar la letra impresa y la correspondencia entre los signos y el sonido. El rastreo del movimiento de los ojos del menor muestra que las ilustraciones atraen más su atención visual que el caracteres, pero con los años, el tiempo que mira el texto durante la lectura compartida de un libro de cuentos va en aumento desde la guardería hasta el cuarto grado.

Las investigadoras observan, además, una relación positiva entre la lectura de textos impresos y un mejor rendimiento académico, por lo que recomiendan compartir con los niños, desde pequeños, ratos de lectura recreativa fuera del entorno escolar, para así ayudarlos a desarrollar sus habilidades lingüísticas.

Según el estudio de la UV, los textos a los que suelen acceder en pantalla los estudiantes adolecen de menor calidad, y ello repercute en la comprensión.

“Como los textos en línea tienden a tener cualidades lingüísticas bastante bajas (Snow, 2010) y a menudo se crean para un consumo rápido y breve, tal aumento en la frecuencia de la lectura digital podría afectar el desarrollo de las habilidades de comprensión de los lectores”, sostienen los investigadores españoles. Quienes leen en las pantallas, añaden, están “muy expuestos” a contenidos creados sin el necesario rigor profesional y cuya información puede no ajustarse a la realidad, además de carecer del necesario contexto para una adecuada comprensión.

El equipo de la UV sintetiza que la lectura en soportes digitales incide en una menor asociación entre el hábito de leer y la comprensión, pues no estimula “los mismos recursos de comprensión que se informaron anteriormente para los hábitos de lectura” de textos impresos.

Fuente: Aceprensa 09-01-2024.