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La etapa de preescolar constituye un periodo esencial en el desarrollo y construcción del lenguaje en los niños. Hoy traemos un estudio en el que los investigadores han querido comprobar de qué forma los niños pueden adquirir más y mejor vocabulario.
Loftus-Rattan y cols. (2016) realizaron un estudio de campo con un grupo de 25 preescolares (4-5 años), a los que se dividió en tres grupos y a cada uno se le aplicó una dinámica diferente. A cada grupo se le contó el cuento de “Ricitos de oro y los tres osos” pero trabajándolo de forma distinta, siempre con la intención de que los niños adquiriesen el significado de 3 palabras seleccionadas específicamente para el experimento. Las palabras elegidas por los investigadores eran palabras desconocidas para los niños de esas edades (por ejemplo: domicilio, fatigado, tórrido…)
Durante una semana, cada grupo escuchó el cuento un total de 3 veces.
Estas fueron las diferentes condiciones del experimento:
1. Exposición incidental: el profesor leía el cuento como lo haría normalmente sin pararse a explicar el significado de las palabras desconocidas. Tras la lectura, no se hacía ningún tipo de actividad relacionadas con el vocabulario nuevo.
2. Instrucción contextualizada: antes de empezar el cuento, el profesor le pedía a los niños que cuando escucharan aparecer en la historia alguna de las 3 palabras indicadas, levantasen sus manos. Cuando apareciera cada palabra, el profesor les explicaba su significado, volvía a leer la oración donde aparecía, y le pedía a los niños que repitieran en alto la palabra.
3. Instrucción directa: el profesor hacía lo mismo que en la condición anterior pero además tras la lectura hacían actividades orales específicas sobre las nuevas palabras aprendidas (por ejemplo, reconocer cada palabra entre diferentes pictogramas).
RESULTADOS
Una semana después de la intervención, se pasaron diferentes pruebas a cada niño para conocer el nivel de retención de cada palabra:
- Los niños aprendieron más palabras en la condición de instrucción directa.
- No hubo diferencias significativas entre la condición de aprendizaje contextualizado y la condición de exposición incidental.
- Los niños recordaban las palabras que habían aprendido 6 semanas después del experimento.
APLICACIÓN PRÁCTICA
Si bien es cierto que la instrucción directa consigue mejores resultados en términos absolutos (mayor número de palabras), también hay que tener en cuenta que necesita mucha más cantidad de tiempo de trabajo en el aula. En el caso de este estudio, los niños que recibieron instrucción directa invirtieron unos 21 minutos para aprender las palabras nuevas, mientras que los niños de la instrucción invirtieron solo 6 minutos.
Por su parte, los niños a los que solamente se les leía el cuento no dedicaron más tiempo más allá del que requería la propia historia.
Teniendo en cuenta estos y otros datos recogidos en el estudio, podemos observar que la proporción de palabras aprendidas por cada minuto de intervención es hasta 4 veces mayor en la condición de exposición incidental (solo lectura). Es decir, aunque se aprendan algunas palabras menos, la relación palabras aprendidas-tiempo invertido es mayor, algo que cualquier maestro debería tener en cuenta si quiere gestionar bien el tiempo limitado del que dispone.
Referencia:
Loftus-Rattan, S. M., Mitchell, A. M., & Coyne, M. D. (2016). Direct vocabulary instruction in preschool: A comparison of extended instruction, embedded instruction, and incidental exposure. The Elementary School Journal, 116(3), 391-410.